¿Es Tu Vida Realmente Corta?
3 pasos clave para que la brevedad de la vida no nos tome por sorpresa.
“No recibimos una vida corta, somos nosotros quienes la acortamos. La vida es larga si sabemos aprovecharla.”
~ Séneca
La vida de Séneca fue un testamento de cómo enfrentar la brevedad de nuestra existencia.
El filósofo estoico fue exiliado a Córcega, lejos de su amada Roma, por acusaciones injustas. Séneca aprovechó este tiempo para escribir algunas de sus obras más influyentes. En su exilio, Séneca encontró una vida plena en lo que muchos considerarían la más dura de las circunstancias.
La vida, como dice Séneca, puede ser sorprendentemente corta. Pero ser conscientes de ello diariamente puede transformar nuestra existencia. La creencia de que "la vida es demasiado corta para X" debería ser una llamada a la acción: eliminar de nuestras vidas lo que no nos aporte verdadero valor.
Muchas veces, la brevedad de la vida nos toma por sorpresa, dejándonos con sueños no realizados y palabras no dichas. La vida de los demás también es fugaz, y las pérdidas nos recuerdan lo precioso de cada momento compartido.
Para no ser tomados por sorpresa, hay tres pasos clave:
DISTINGUIR LO ESENCIAL DE LO ACCESORIO. Un método para distinguir lo esencial es preguntarse si algo importará en el futuro. Este criterio nos ayuda a enfocarnos en lo que verdaderamente tiene significado.
CULTIVAR LA IMPACIENCIA POR LO QUE MÁS DESEAS. Actuar en búsqueda de tus sueños sin demora es una práctica de vida que prioriza la acción y vivir en el presente.
RECORTAR SIN CLEMENCIA LO SUPERFLUO. No pospongas hacer lo que realmente importa y saborea el tiempo que tienes. Esta es la manera de vivir sabiendo que la vida es corta.
Cómo vivimos influye directamente en cómo percibimos la duración de nuestra vida. Prestar atención consciente a nuestros días puede hacer que el tiempo pase más lento, permitiéndonos disfrutar de cada momento.
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~ El Griego Estoico