Convéncete de que todo lo que pasa es un regalo; que todo lo que se te presente, bueno o malo, es bienvenido.
~ Marco Aurelio
¿Alguna vez has considerado que las adversidades y los retos son, en esencia, regalos encubiertos?
Marco Aurelio nos enseña que todo lo que enfrentamos, bueno o malo, debe ser recibido como un regalo.
Durante el Día de Acción de Gracias, debemos pensar en aquello por lo que estamos agradecidos en nuestras vidas.
Normalmente pensamos en cosas obvias: Buena salud, familia y amigos, comida rica, una hogar acogedor.
Es bastante fácil estar agradecido por las cosas buenas en tu vida.
Lo que es más retador pero más gratificante es estar agradecido por los desafíos— los obstáculos, los fracasos, la mala suerte, las pérdidas.
Esto es una forma de amor fati (“amor del destino”): Aprender a aceptar y recibir con los brazos abiertos todo lo que te sucede en la vida, incluyendo los sufrimientos y las pérdidas.
No solo se trata de aceptar lo que ocurre, sino de estar agradecido por ello.
Entonces, hoy agradece también las cosas malas.
🙏 Agradece a un amigo que te hizo mal.
➡️ Aprendiste a perdonar los errores de los demás.
🙏 Agradece a un colega que consiguió una promoción que deseabas.
➡️ Aprendiste que no eres el centro del universo.
🙏 Agradece a un familiar que murió demasiado pronto.
➡️ Aprendiste a aprovechar al máximo cada momento con tus seres queridos mientras estén contigo.
🙏 Agradece el dinero que perdiste en una inversión.
➡️ Aprendiste a ser más prudente la próxima vez.
🙏 Agradece estar enfermo.
➡️ Aprendiste a tomar un descanso y recargarte.
🙏 Agradece haber perdido tu empleo.
➡️ Encontraste el tiempo para aprender nuevas habilidades y explorar nuevas oportunidades.
Todos estos eventos, sean buenos y malos, son parte de tu experiencia personal; parte de quien eres.
Sin ellos, serías una persona literalmente diferente. Una persona menos experimentada, menos sabia, menos completa, menos “tú”.
Hoy, ponte un reto: Agradecelo todo — no solo lo bueno.
En esta práctica de gratitud total, descubrirás un camino hacia una comprensión más profunda de ti mismo y del mundo que te rodea.
—
~ El Griego Estoico